Los nanobots cambian de color y brillo siguiendo las órdenes de los impulsos cerebrales de Swanson. Con solo pensarlo, puede controlar la superficie del cuerpo que se cubre, el diseño superficial, o la cercanía y densidad de las redes de nanobots, gracias a los chips craneales que conectan con su cerebro. 

 

El traje de nanobots regula la temperatura corporal y recicla toda secreción para transformarla en agua y energía: sudor, orina y, si, heces.

Puede capturar la imagen del fondo para crear camuflaje óptico, y puede reagrupar nanobots para hacer determinadas áreas más densas y compactas para proteger el cuerpo de balas, caídas desde gran altura y embestidas a gran velocidad... si el cerebro logra reaccionar a tiempo. 

Los nanobots pueden arreglarse a si mismos en la zona de almacenamiento (las botas). La energía reciclada de las secreciones corporales también se almacena ahí, y mantiene a los nanobots en funcionamiento. 

Los nanobots no solo trabajan superficialmente, también pueden entrar en el interior del cuerpo para el reciclado, para construir tejido temporal si te hieren, o para regular los órganos internos durante el sueño criónico. 

Los nanobots están emocionalmente unidos a su dueña, si su sistema nervioso muere, ellos también se dejarán morir. 

A parte de los chips cerebrales que controlan su traje, Swanson tiene dos retinas cyborg, la derecha para visión mejorada diurna, y la izquierda para visión mejorada nocturna. Tristemente, usar ambos ojos al mismo tiempo es una mierda, pero nada que un buen parche no pueda arreglar.